Plan B por si la tecnología falla

Ayer se cayó Google durante un buen rato. Teniendo en cuenta la hora a la que sucedió, después de las 12h, para mí habría pasado desapercibida la caída porque a esa hora tengo clase y hace tiempo que las clases las aseguro con material que tengo de forma física en mi ordenador (incluyendo vídeos o actividades o lo que sea, que me descargo). Llamadme viejuna, pero he tenido demasiadas experiencias previas propias y ajenas de paradas y fallos como para dejar estas cosas al azar.

Ayer fue diferente, no obstante, porque ayer no era una clase normal. Ayer teníamos las presentaciones finales. El alumnado, en grupos, debía realizar una presentación sobre algún tema de los que hubiéramos tratado en el curso. En la clase hay un ordenador, así que podían acceder a él o la presentación de la forma que quisieran… y no te creerás lo que pasó después.

Supongo que es una cuestión de edad, pero ni uno solo de los grupos trajo su presentación en un pincho usb.

El primer grupo accedió más o menos sin problemas a su presentación a través del sistema de almacenamiento en la nube de la universidad, pero no tenían pasador de diapositivas, así que uno de ellos se tuvo que quedar cerca del ordenador para poder ir pasando de diapos.

Pero, a partir del segundo grupo todo se vino abajo. No podían acceder a su google drive, así que tardaron un rato en encontrar la forma de acceder a su contenido, con el consiguiente nerviosismo in crescendo.

El tercer grupo consiguió su presentación, pero salió con la tipografía desconfigurada. No habían pensado en que quizá el ordenador de reproducción tendría las fuentes más básicas…

Al cuarto grupo le pasó un mix entre el segundo y el tercero y también tardaron en recuperar su presentación y poder hacerla.

Finalmente el quinto grupo, como tenían a dos personas en su casa, habían grabado toda la presentación y la habían montado en un vídeo que me habían enviado previamente, con lo que todo salió bien.

Soy megabuena y no les voy a tener en cuenta los fallos técnicos, pero también soy profe, madre y viejuna, así que no pude evitar un sermoncillo final y es que lo que pasó ayer es la vida misma del día a día de nuestras presentaciones corporativas. Lo he visto mil veces. La tecnología falla y entonces ¿qué hacemos?

Es muy útil contar con una lista de chequeo de cosas que no se nos pueden olvidar, dependiendo de la importancia de la presentación a la que nos estemos enfrentando. Si para un examen no es bueno tener fallos, imaginad lo que puede suponer para una propuesta de negocio…

Si dependemos de una presentación, hay que garantizar que ésta se reproduzca, así que tendremos que llevarla en varias versiones: en un usb, en la nube, en PowerPoint (o keynote o lo que sea que usemos), en PDF… Los vídeos y otros audiovisuales, descargados y garantizando que funcionen, las fuentes tipográficas incrustadas o instaladas con tiempo en el ordenador donde vamos a reproducir, podemos llevar nuestro propio ordenador si es posible (y para ello, saber qué tipo de conectores vamos a necesitar), lo mismo con los formatos de vídeo, ojo con los códec de los reproductores, que suelen dar guerra.

Y, además, llevad un plan C analógico. Si se va la luz y no os queda más remedio, quizá tendréis que hablar sin la presentación. Os falla la chuleta, pero… estamos hablando de una presentación importante. ¿Le habéis dedicado el número de horas que se merecía su preparación? Hacedlo. Solo así podréis garantizaros que irá bien pase lo que pase y No dejéis estos elementos al azar. No deis por hecho que todo va a ir bien y que Google no va a fallar… porque a la vista está que puede fallar y puede dejarnos tirados en el peor momento posible. Aquí os dejo un check-list de porsiacasos.

 
 

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