Cómo hacer una (buena) presentación científico-técnica

¿Te parece que tus presentaciones científicas o técnicas son mejorables? Ya te contesto yo: sin duda.

Les faltan dos cosas. Por un lado les falta narrativa: una historia detrás de los datos que estás mostrando. Y por el otro les falta estética. A todos nos gusta ver cosas bonitas, colores bien elegidos, tipografías modernas, legibles y que combinan entre sí.

Con este post solucionarás ambas cosas. Te voy a contar cómo aplicar el viaje del héroe en 4 pasos a tus presentaciones científicas o técnicas.

Y no solo eso, he preparado una plantilla maestra con más de 50 diapositivas totalmente editable para que hacer presentaciones no sea un suplicio nunca más. Te la puedes descargar en dos formatos: PowerPoint y Keynote, para que el software no sea un problema.
La plantilla con los 50 ejemplos tiene un precio de 5,99 €, menos de 20 céntimos por ejemplo. Así que si lo tuyo es la comunicación científica tal vez esto te interesa.

Al lío.

Alguna vez he hablado de Fergus McAuliffe y su fabulosa charla en TEDxDublin en la que nos habla de las barreras que suelen tener las y los científicos para comunicar sus investigaciones.

Estas barreras, según él, son lenguaje, contexto y cantidad de detalles. Estoy de acuerdo.

La percepción de la ciencia es que es fría y compleja por la cantidad de detalles que hay que dar y porque muchas veces las personas investigadoras no son conscientes (o no del todo) del contexto en el que están comunicando, especialmente cuando hacen presentaciones de divulgación (para personas que no son estrictamente de su especialidad) o presentaciones a clientes (que no tienen por qué tener conocimientos técnicos).

Está claro que la fiabilidad debe estar en el centro de la presentación. Es la base del método científico. Este método es el que utiliza la ciencia para avanzar y confirmar (o no) sus suposiciones.  Se basa en la observación sistemática, la experimentación, el razonamiento inductivo y deductivo y la creación de teorías o hipótesis.

Pero esta fiabilidad no está reñida con que la presentación de esta información sea entretenida para tu audiencia y esto lo podemos conseguir gracias al método del viaje del héroe en 4 pasos.

El método del viaje del héroe resume los 17 pasos de este viaje que describió Joseph Campbell, un antropólogo y mitólogo norteamericano, a mediados del siglo XX a cuatro etapas que son coincidentes en prácticamente cualquier proceso de investigación.

Pero vamos a empezar por el principio.

Qué es el viaje del héroe

Es una estructura narrativa. Un patrón universal en el que encajan historias tan conocidas como la Odisea, el Quijote, Juego de Tronos o Star Wars. El patrón es circular: tiene un inicio y un retorno. En este viaje, el héroe (o heroína) va pasando por diferentes etapas, desde la salida, en la que rompe con su rutina a exponerse con el “frío” mundo exterior, de la incomodidad y los desafíos, hasta el retorno, una vez completado el reto.

Diferentes autores han ido remodelando las etapas de este viaje desde las 17 iniciales a 12, como propuso Christopher Vogler en El viaje del escritor o a las 8 que propone Dan Harmon en El círculo de las historias. Sea como fuere, lo que parece claro es que para que una historia sea interesante debe contar con estos elementos:

  • El inicio,
  • un conflicto que nos impulsa a cambiar el curso regular de los acontecimientos que funciona como detonante,
  • un viaje de resolución del detonante y
  • una conclusión.

Ahora que sabemos en qué consiste el viaje del héroe, vamos a aplicarlo a una presentación.

Cómo aplicar este método a una presentación concreta

Vamos a ir paso a paso, con cada uno de los aspectos que nos podemos topar en cada uno de ellos. Let’s go!

Paso 1. Nuestro contexto de partida

De dónde venimos, en qué estamos trabajando, cuál es nuestro momento cotidiano, nuestro día a día. Nuestra premisa de salida. Por qué estamos donde y como estamos.

Podemos hablar de una investigación previa o del estado de las cosas en el momento inicial y de cómo hemos llegado a estar en este punto.

Paso 2. Surge un conflicto / hay un detonante

En toda historia interesante hay un conflicto. De hecho, sin conflicto no hay trama. Este conflicto no es otra cosa que lo que nos mueve a hacer algo, a cambiar. Si las historias son planas, son aburridas. Para que sean interesantes necesitan este detonante.

¿Por qué iniciamos una investigación cualquiera o creamos un producto o servicio nuevos? ¿Qué es lo que nos ha llevado a hacerlo? ¿Una queja? ¿Un problema externo o interno?

Aquí podemos plantear la pregunta clave, lo que rompe nuestro status quo. E incluso podríamos adelantar parte de nuestro recorrido. ¿Y si…? Entonces incluimos nuestra predicción, la hipótesis, el objetivo que estamos a punto de lanzarnos a investigar y testar.

Paso 3. Resuelve el conflicto

Recogemos información sobre las variables implicadas en nuestro estudio para probar (o no) nuestra hipótesis y solucionar el “conflicto”. Aquí podemos explicar qué pruebas, tests y experimentos llevamos a cabo y cómo lo hacemos. Todas aquellas pruebas que tenemos que sortear para dar con nuestra solución final. También debemos incluir los problemas que nos hemos ido encontrando en el camino, las personas (empresas/instituciones) que nos han apoyado… Es el desarrollo de nuestra historia.

Tendremos que aportar nuestras pruebas, datos y estadísticas. Quizá hablar de tiempos, series, diagnósticos, causas y efectos. Va a depender de lo que estemos explicando.

4. Paso 4. Vuelta a casa con el problema resuelto (o no). Nuestra conclusión.

Tanto si hemos probado nuestra hipótesis como si no, llegamos al final de nuestra investigación. Mostramos los resultados obtenidos y aprobamos o descartamos nuestra predicción.

Como ves, el viaje es circular. Salimos de un punto para volver a ese mismo punto habiendo recorrido un camino que nos ha llevado a vivir cosas que no habríamos vivido si no hubiéramos emprendido nuestra ruta.

Y ahora, ¿cómo podemos mostrar todo esto en una presentación?

Pss… además de mostrar el método y los datos, debes hacerlo de una forma visual y estética.

Todos recordamos aquella presentación del CERN cuando se descubrió el Bosón de Higgs… en comic sans… Fue el hazmereír de las redes (y lo sigue siendo). Y no quieres que te pase con una presentación tuya, te lo aseguro.

Cómo hacer una presentación científica que evidencie el método científico (y no morir –ni aburrir a las ovejas– en el intento)

Hace unos pocos años, una amiga que es bióloga me dijo que “esas presentaciones modernas que solo ponen una foto espectacular están muy bien, son muy bonitas, pero a mí me hacen falta más datos”. Yo me quedé pensando… Es cierto que quizá hagan falta más datos, pero seguro que no hace falta poner todos los datos de un estudio. Lo que, desde luego, hace falta, es mostrarlos de forma que se entiendan perfectamente bien, en su contexto y con los gráficos más adecuados para ese tipo de datos. Aunque ya te anticipo: no todos los datos necesitan ser presentados en un gráfico.

Da igual si a lo que nos enfrentamos es una charla en una conferencia, una presentación de seguimiento de un proyecto, la presentación de un artículo que nos han publicado o lo que quiera que sea. Lo que necesitamos comunicar claramente es cómo hemos llegado a presentar las conclusiones, es decir, el camino.

Porque en este camino podrían estar los fallos que tus pares tratarán de encontrar y que son los que te han llevado al resultado, que debería ser posible replicar (la base del método científico mismo). Así que tu presentación debe ser clara, ir al grano y enfocarse en el abordaje del problema.

Toda presentación depende del tiempo que tengamos asignado para hacerla. No es lo mismo hacer una presentación de 15 minutos que una de una hora y media, parece claro.

¿Cuál es el problema más frecuente de las presentaciones? Que las de 15 minutos se nos quedan cortas para contar todo lo que sabemos y podemos contar… y las de hora y media nos parecen abrumadoras… La técnica para preparar ambas es la misma, pero las de 15 minutos seguramente nos exigirán más esfuerzo, porque sí, resumir lleva tiempo (y esfuerzo).

1. Apertura. Tienes 5 segundos para captar la atención de tu audiencia

¿Cuál ha sido la pregunta clave que has solucionado con esta investigación? Abre con esa pregunta.

No solemos darnos cuenta, pero tenemos 5 segundos para que el público decida si merece la pena seguir escuchándonos o no. Y muchas veces, la respuesta es no.

Estos 5 primeros segundos solemos emplearlos en agradecer a la organización por invitarnos, saludar, presentarnos a nosotros mismos… ¡ERROR!

Aprovecha estos 5 segundos para que tu audiencia se interese y, cuando lo haya hecho, agradece a la organización o cualquier otra cosa que quieras decir.

Puedes continuar con un esquema u hoja de ruta de lo que vas a hablar durante tu presentación, pero no adelantes demasiado.

2. Habla de la metodología que has utilizado

Es importante saber cómo has llegado a las conclusiones a las que vas a llegar. Pero explica bien el método, de dónde sale, qué experimentos has hecho y cómo los has llevado a cabo.

Ni se te ocurra utilizar bullet points (o listas de viñetas) en toda la presentación. No hay nada más soporífero que las listas de viñetas y las presentaciones con texto a tope tipo esquema… En un documento, tal vez, en un PowerPoint nunca es buena idea. Aprovecha esa diapo para poner un diagrama, usa iconos, crea analogías. Y, por supuesto, que tengan relación al resto de visuales de tu presentación. No cojas un icono de aquí y otro de allá solo porque el icono te encaja. Ya sé que no es fácil, de hecho, es lo que más tiempo va a llevarte de toda la presentación: transformar conceptos complejos en visuales

3. Lánzate a mostrar los resultados

No escribas texto como si no hubiera un mañana. Usa gráficos (y añade solo los resultados relevantes, tampoco necesitamos ver TODOS los datos, solo los relevantes: recuerda que esto es una presentación, no el paper en sí mismo). Trata de encontrar el gráfico que mejor encaje dentro de lo que quieres mostrar. Muchas veces con resaltar lo que quieres en otro color es suficiente, otras, necesitarás mostrar un número o un cambio. Elige el gráfico sabiamente.

Si lo que tienes que destacar tiene peso suficiente, dedícale una diapo solo a esto. Las diapos son GRATIS. Eres tú el/la que decides el tiempo que invertirás en cada una de ellas. En algunas puedes estar más tiempo, en otras, apenas unos segundos.

Si tu estudio tiene alguna limitación, puedes mencionarla al final de esta sección.

5. Conclusión con un mensaje memorable (regálale algo a tu público)

Si lo que va a recordar tu audiencia de tu charla es el inicio y el final, aprovéchalos para colocar en estos momentos los mensajes que quieras que se lleven. Y más, si estás en un evento en el que va a haber más charlas. ¿Cuál es el punto importante, esa única cosa que quieres que recuerden de tu presentación? Resume tu ponencia y lánzales la cuestión: ¿algo que quieres que hagan? ¿un punto de vista que quieres que cambien? It’s now or never…

Por ir cerrando…

Ningún científico, médico, tecnólogo… ha sido capaz de convencerme (hasta la fecha), ni de palabra ni, desde luego, de facto, de la necesidad de hacer presentaciones infumables y horrorosas. Es cierto que las presentaciones científico-técnicas pueden tener su miga porque el método científico obliga, pero ni a nivel historia (lo que decimos) ni a nivel visual (lo que ponemos en las diapos) estamos obligados a seguir haciendo presentaciones soporíferas.

Durante varios años he ayudado a personas y empresas a mejorar sus presentaciones corporativas y he recopilado más de 50 de esas diapositivas clave en una plantilla maestra. Además, la plantilla viene en dos formatos: PowerPoint y Keynote, da igual si eres usuario de Windows o Mac o si usas Google Slides. Las diapos se pueden editar: no solo los colores, para que puedas usar tus colores corporativos. También incluyo unas paletas de colores por si otros colores te gustan más. Deja de ponerte un calcetín azul y otro rojo para salir de casa.

En la plantilla encontrarás

  • +50 diapositivas para crear tus propias presentaciones
  • Formato 16:9 (Horizontal)
  • Versiones editables de PowerPoint y Keynote
  • Diapositivas con gráficas de 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10 puntos y olvídate para siempre de las listas de viñetas.
  • +300 iconos editables de PowerPoint y Keynote.
  • Diapositivas 100% editables (fondos, tipografías, colores, fotos, etc.)

Y pincha aquí si quieres más información sobre Hablar en público en 4 pasos. Método basado en el viaje del héroe, el libro que explica este método al completo, con decenas de ejemplos para que lo puedas poner en marcha sea cual sea la presentación que tengas que hacer.

Soy Cristina Juesas, experta universitaria en comunicación científica.

Pertenezco a la Fundación iO y hago proyectos de comunicación en One Health, especialmente en enfermedades infecciosas, medicina tropical y de viajes. 

He publicado dos libros en 2021: Hablar en público en 4 pasos. Método basado en el viaje del héroe y Curiosidades sobre las enfermedades infecciosas.

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