Desde que empezó el confinamiento suelo escribir cada día en LinkedIn una especie de diario confinado.
Lo empecé porque yo he seguido trabajando desde casa y era una forma de mostrar que no me había parado. También, por supuesto, para anunciar algunas de las formaciones y eventos online varios en los que he participado. Pero creo que la razón fundamental era mantener una cierta (cierta) cordura en los largos días iguales.
Hoy, viernes 8 de mayo, he publicado esto:
Y cuando estaba lista para poner algo parecido en Facebook, me han entrado unas ganas horribles de explicarme más.
Ayer por la noche hablaba con mi colega a la par que amigo Pablo. Conozco a Pablo desde hace 5 años. Yo era la Directora de mi área en Toastmasters y él acababa de hacerse socio. Fue en Málaga. Vino a hablar conmigo, la verdad es que no me acuerdo para qué… y desde entonces, nos convertimos en inseparables. Pablo es teleco y vive en Madrid. Me quería llamar para contarme un plan para Toastmasters y ver qué pensaba yo… y al final terminamos hablando de cualquier cosa.
Hablamos de trabajo, de que él ha cambiado (por fin) de puesto, un puesto complicado, de solucionador, lleno de marrones… y de cómo se lo toma. Y es que a veces la única alternativa que tenemos es racionalizar y tratar de conseguir que nuestro entorno sea favorable.
Pero la realidad es tozuda y el entorno puede ser un horror. Sin embargo, y sin querer parecer una pseudogurú de la autoayuda, sí creo que nosotros fabricamos un poco nuestro entorno. Podemos coser piezas, retales, hasta dar con la manta que nos cobije bien.
Es como cuando la gente se queja de que Facebook es horrible y que está lleno de fakes. Bueno, el mío no lo está… porque he tomado mi tiempo para que no lo esté. Es verdad que esto es un poco como crearte una burbuja, puede ser, pero ¿no es mejor vivir en una burbuja de gente feliz?
¿Y qué te hace feliz?
¿Qué me hace feliz?
¿Cuántas veces te has hecho esta pregunta?
Tengo mucha suerte porque me gano la vida con algo que me apasiona hasta el punto de provocarme mariposas cuando me enfrento a nuevos clientes, nuevos retos o nuevos proyectos (hasta con nuevos alumnos). Ya sé que no todo el mundo puede decir esto. Pero sí podemos encontrar felicidad en nuestro trabajo. Es, diría yo, nuestra obligación. Si no, estamos jodidos. Son muchas horas las que tenemos que dedicarle. Un tercio de las que tenemos, en el mejor de los casos.
Mañana habría sido TEDxVitoriaGasteiz 2020. Hoy habría sido el día del montaje, de los reencuentros. De juntar a las y los speakers. No será. Pero pienso en las mariposas. En las mías y en las de todo el equipazo que hace posible TEDx año tras año. TEDx me hace muy feliz. Creo que es uno de mis granitos de arena para hacer de este mundo un lugar mejor.
Ayer le hice una preview a un cliente de un proyecto que estoy por entregar. Me fascinó escuchar sus comentarios: el antes y el después. Eso me motiva. Y me hace feliz. Me encanta el olor a felicidad por la mañana.
En otro proyecto que acabo de empezar, cada vez que me mandan un whatsapp o un mensaje, me da un vuelco el corazón y me bailan las mariposas. Y ahí las tengo, a lo loco.
¿Qué es para ti la felicidad? Porque este concepto puede variar de una persona a otra. En una de mis clases les pregunto a mis alumnos que qué es para ellos molar. Es un concepto curioso, porque para cada uno es una cosa diferente. Nos gustan, nos interesan cosas diferentes. Ahí está la gracia. O una de ellas. Lo mismo el colmo de la molonidad te puede parecer poder comprarte un coche de tal marca y modelo, o irte de mochilero a la India durante tres meses, o una cena con una buena sobremesa con amigos… o tu trabajo…
¿Qué hago yo para ser feliz? Lo busco. Creo.
Intento rodearme de personas que me aportan y a las que puedo aportar. Intento colaborar en proyectos que mejoran la vida de las personas. Intento tener espacio para alegrarme de lo mío y también para disfrutar de las alegrías del resto de la gente que quiero. Porque eso también me hace feliz, claro que sí. Y me permito ser feliz, porque esta vida no es un valle de lágrimas. Eso es un cuento chino. Creo que somos felices en la medida en que nos permitimos disfrutar con lo que tenemos. Y si no lo tenemos, lo buscamos. Ahí también hay lugar para encontrar esas mariposas.
¿Soy o no soy una chica con mucha suerte?
Contadme qué os hace felices a vosotros.