5 claves sobre tipografía para diseñar presentaciones

Tanto si eres usuario de Powerpoint como de Keynote o cualquier otro software para hacer presentaciones, uno de los dilemas con el que te encuentras cuando tienes que preparar una presentación es la tipografía a elegir.
Las fuentes que vienen en las plantillas por defecto, como sabemos, las carga el diablo y son aburridas hasta la extenuación (incluida la Helvetica, que no por versátil es menos sosa). Así que he pensado en las cinco claves que todos debemos tener en mente cuando nos toca enfrentarnos al documento vacío y antes de elegir la fuente que va a guiar nuestros pasos en la presentación.

1. Tipos de fuentes

Hay tres tipos básicos de fuentes: con serifas, sin serifas y artísticos.
Las serifas son esas “patas” que tienen algunas tipografías. Se recomiendan en textos largos que no sean web. En web y presentaciones mejor para titulares.

Las sin serifas no disponen de estos trazos y tienen cortes limpios en sus extremos. La mayoría de webs utilizan este tipo de fuentes para el texto de sus páginas porque son más legibles en pantalla. En presentaciones se pueden utilizar a criterio, aunque cuanto menos texto en cada diapo, mejor.

Por último, las fuentes artísticas, que pueden ser manuscritas, decorativas… Hay que utilizarlas sabiamente, sobre todo, si estamos pensando en textos largos, y tener en cuenta la legibilidad y el tamaño. Indudablemente, este tipo de fuentes aportan personalidad y transmiten emociones, pero con cuidado.

2. Disponibilidad

El segundo punto a tener en cuenta es la disponibilidad de las fuentes que queremos utilizar. Primero: ¿dispone el ordenador desde el que vamos a proyectar nuestra presentación de las tipografías utilizadas? Si hemos verificado que sí, genial. Si no, tenemos dos alternativas: la primera es facilitarle la fuente a quien nos va a habilitar el ordenador para que la instale. La segunda es utilizar un pdf o sacar fotografías de cada diapositiva para utilizarlas como presentación.
Además, debemos tener en cuenta si la tipografía que hemos elegido dispone de caracteres especiales (sobre todo si el texto es en un idioma que los necesite: francés, español, etc.)

3. NO uses fuentes aburridas

Hay fuentes que están más vistas que el tebeo… Arial, Times New Roman… Si las puedes evitar, mejor.

La Comic Sans merece mención especial. Es una fuente odiada por diseñadores y profesionales del mundillo porque se ha abusado de ella hasta la extenuación; sobre todo con fines para los que no estaba concebida. Lo ideal es evitarla y punto. Si tienes que hacer una presentación para el ámbito escolar o infantil, tienes otras opciones como la Marker Felt, la Chalkboard, o algunas de la familia KG y caligráficas que son estupendas.

Yo hago un ejercicio un par de veces al año que es buscar “fuentes chulas” o “tipografías bonitas” o similar. Diseñadores de medio mundo hacen el trabajo de recopilar fuentes que molan para tus proyectos y te pueden servir de inspiración. Lo mismo, si quieres combinar más de una fuente. Buscas “tipografías que combinen” y tienes mil alternativas.

4. No uses más de dos fuentes por documento

Hay tantas fuentes bonitas que es difícil no caer en la tentación de utilizarlas todas, pero hazlo. Dos tipografías por documento (máximo tres) te garantizan limpieza, legibilidad y cohesión.
Presta especial atención si reciclas diapositivas de otras presentaciones y moléstate en cambiar las fuentes para que todo el documento resultante tenga coherencia.
Además, si tienes que resaltar alguna parte del texto, aprovecha las opciones de diseño que te dan las herramientas y modifica el tamaño, el grosor… juega con las negritas, itálicas, etc. pero no subrayes, ni lo pongas todo en negrita o en mayúsculas. Recuerda la máxima de que “si todo es importante, nada es importante”.

5. El tamaño importa

Por último, presta atención al tamaño y asegúrate de que cualquier persona que vea la presentación, esté donde esté sentada, va a poder leer lo que pone la diapositiva. Esto variará dependiendo de la sala. Guy Kawasaki, un escritor y empresario americano con cientos de presentaciones en su mochila, dice que el tamaño mínimo a utilizar en una presentación es 30 puntos. Estoy de acuerdo, es más, si es un poco más grande, mejor incluso.

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