Cómo ser natural cuando damos un discurso preparado

¿Crees que Obama resulta natural como comunicador? Sí, ¿no?

¿Crees que Obama ensaya sus discursos y sus poses hasta que parecen naturales? ¿No? Pues mira este vídeo:

Barack Obama's amazingly consistent smile from Eric Spiegelman on Vimeo.

Efectivamente. Obama ha pasado muuuuuchas horas frente a un espejo ensayando sonrisa y pose para llegar a este nivel de maestría.

Con los discursos pasa exactamente igual. Algunos alumnos me dicen… “Es que si me lo aprendo de memoria sueno como un robot” y siempre les contesto lo mismo… ¿Te imaginas que Bruce Springsteen [ponga aquí su cantante favorito] se sube al escenario y se inventa las letras de sus canciones sobre la marcha? A que no… Se sabe la letra de cientos de temas y es capaz de interpretar cada uno de esos temas de forma diferente para que su voz, el arreglo musical y sus gestos acompañen a esa letra.

¿Y cómo se consigue eso?

Pues os adelanto que no es difícil, pero sí conlleva un esfuerzo, claro.

Lo primero es prepararte. Debes preparar tu discurso, tu intervención. Y no dejar nada al azar. Escribe una introducción y m e m o r í z a l a. Haz un esquema de lo que quieres decir y ensaya. Prepara los mensajes clave de lo que quieres transmitir. Si estos mensajes necesitan información extra, como datos, estadísticas o los vas a adornar con una cita de alguien, memorízalos también. Empieza memorizando cada parte y luego todo junto. A mí me funciona ensayar imitando voces o cantando. Pero cualquier sistema es válido. Ensaya con tu familia, con tus amigos. Ensaya por la mañana, por la noche. Ensaya en la ducha y mientras cocinas. Ensaya sin voz, repitiendo en tu cabeza… y ensaya de viva voz, recreándote en hacer pausas y establecer los puntos donde quieres colocar silencios. Ensaya, ensaya y ensaya.

Lo segundo es que cuando escribas esta introducción, estas ideas, debes hacerlo en clave de lenguaje oral y no escrito. No escribimos como hablamos. La escritura es mucho más compleja. La escritura nos permite emplear oraciones complejas, subordinadas, cierto vocabulario que en el lenguaje oral no resulta natural. Escribir como hablamos no es complicado, pero a veces necesitamos releer (incluso mejor en voz alta) lo que hemos escrito para darnos cuenta de que hay frases o palabras que no funcionan, que hacen que nos trabemos en esa idea. En definitiva, que habladas no resultan naturales. Sustituyámoslas por otras que nos resulten más fáciles de decir.

El tiempo de preparación de una charla es directamente proporcional a la importancia de la misma, así que si te va algo en juego, empieza con los preparativos con la suficiente antelación para que puedas, incluso, hacer alguna modificación en el guión y puedas incorporarlo sin calzador a tu discurso.

La naturalidad en escena se consigue cuando la escena nos resulta natural. Así que… ¡a practicar!

(De postre, el maravilloso, natural (y ensayadísimo) discurso de Oprah Winfrey en los Globos de Oro cuando le dieron el premio Cecil B. DeMille a toda su carrera.)

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